Empezaremos por una pequeña charla explicativa de nuestro compañero Cándido Gómez, sobre la metodología de la observación y después procederemos a la observación y recuento de las perseidas.
La intención es como todos los años reducir posteriormente los datos y enviarlos vía internet a SOMYCE para su posterior análisis estadístico a escala internacional junto con observaciones realizadas desde todo el mundo.

El nombre de Perseidas se debe a que la zona del cielo desde donde parecen salir los meteoros se encuentra en la constelación de Perseo. La popularidad de las Perseidas tiene que ver con su gran actividad, más intensa que la mayoría de las lluvias, además de que se produzcan en agosto, deliciosa época estival durante la cual, lejos de las luces de las ciudades, se puede disfrutar del cielo nocturno.
Cómo se forman (???)
El Sistema Solar contiene gran cantidad de partículas de polvo formando nubes. Las partículas que componen este polvo presentan diferentes tamaños (la mayoría miden alrededor de una micra, una millonésima de metro). Estas aglomeraciones de polvo suelen asociarse a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de sus órbitas en sus sucesivos pasos por las proximidades del Sol y la Tierra. Cuando una de estas partículas entra a gran velocidad en la atmósfera de nuestro planeta, produce un trazo brillante en el cielo que denominamos comúnmente "estrella fugaz".
En el caso de la "lluvia de estrellas" de las Perseidas, la órbita atravesada es la del cometa Swift-Tuttle. El periodo de este cometa (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol) es de 135 años y su última aparición se produjo el 11 de diciembre de 1992. Ese año se observaron más de 300 meteoros por hora, más de 3 veces la cantidad habitual. Desde entonces, la actividad ha menguado casi hasta su nivel normal de unos 60 a 100 meteoros por hora.
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