Vídeo Belén Villalobos - Crónica María Reyes Hereza
En las Ruinas de Itálica, los mosaicos romanos bajo nuestros pies, los cipreses como señales indicadoras, y un cielo estrellado sobre nuestras cabezas que, dada la luz de Santiponce, borraban la mayor parte de las constelaciones. No obstante, vueltos hacia la zona oscura se podían distinguir las más conocidas de las Osas, Casiopea, el Doble Cúmulo, Perseo, Pegaso, Andrómeda y algo más tarde, como guinda al pastel, Júpiter con sus satélites y las Pleyades. Recogida y vuelta sobre la 1.
Se inició la observación presentando Luis, a los asistentes lo que se podría observar, aunque estuvo toda la noche explicando y señalando al público dónde estaban los objetos. En el salón de recepción hizo Dioni una disertación sobre la mitología en la Astronomía ya que allí, en Itálica, está el famoso mosaico llamado “Planetario”. Los asistentes se iban acercando a uno u otro instrumento para ver lo que estaba puesto y escuchar mientras aguardaban la cola, los detalles que, sobre el objeto que iban a ver, les hacíamos. Estaban encantados, tanto padres, como hijos, abuelos y parientes. El personal de la escuela-taller, asimismo encantados y disfrutando tanto como los asistentes. Este personal estuvo con gran atención, bien provisto de linternas rojas, dedicado a acompañarnos en cualquier desplazamiento que hiciéramos. Una furgoneta subió todos los instrumentos al sitio de la observación y autorizaron sólo dos coches a entrar.
Sobre las 12:30, hora señalada para terminar, casi todos se habían marchado aunque quedaban aún algunos rezagados.
Y aunque la noche debido a la contaminación no reunía buenas condiciones, el escenario, bellísimo compensaba estas carencias.
Nuestras retinas quedaron marcadas por el espectáculo de hacer esta observación desde este hermoso lugar.
Rodrigo Caro habría escrito, de haber vivido esta noche: “Estos Favio, ¡ay, placer! ….”
Que cosa más bonita, y que bonita la crónica. A ver si hacemos más como esta.
ResponderEliminarPrecioso el video, la música, las fotos y el entorno mágico de Itálica.
ResponderEliminarSaludos